sábado, 8 de octubre de 2011

Bienvenido, Mr. Jacobs

TEATRO REAL
5/10/2011
La finta giardinera / Mozart
Dir: René Jacobs
Freiburger Barochkorchester
Varios solistas

El maestro René Jacobs
A veces parece extraño que los grandes teatros de ópera prescindan de piezas que son joyas de primera línea. Pero el asunto se torna más delictivo cuando hablamos de partituras en las que prima el sello Mozart. Y es que el genio salzburgués escribió óperas más allá de La flauta mágica, Don Giovanni, Las bodas de Fígaro, Così fan tutte o Idomeneo. En total estamos hablando, ni más ni menos, que de 22 composiciones para escena, entre óperas y singspiels (lo que vendría a ser la zarzuela para los alemanes), de las que poco se oye hablar. No obstante, el Teatro Real de Madrid ha roto la extraña rutina y ha programado la maravillosa composición buffa La finta giardiniera. Bueno, mejor dicho, más que programar ha reprogramado, ya que ésta debía haberse realizado el pasado mes de diciembre, pero el elenco de artistas no pudo llegar a causa de aquel sonado volcán islandés que bloqueó el tráfico aéreo de medio mundo.
Sunhae Im

Con esta cita se ha estrenado La finta en Madrid después 200 años. Aunque más allá de este apunte histórico, lo importante es que René Jacobs se ha presentado en el Real para dirigir una fabulosa Freiburger Barochkorchester que no ha defraudado a nadie. Conocidos son los últimos trabajos que el maestro ha realizado con la obra de Mozart en los últimos años, y lo que pudimos ver en Madrid fue asombroso. Un conjunto vivo, armonioso, cálido y conducido firmemente que sonó exuberante junto a las fantásticas voces de los solistas. Aparte, la que se esperaba como una "versión concierto", terminó alzándose en un espectáculo dinámico semi-escenificado, divertido y fresco.

Alexandrina Pendantschanska asumió con convicción el rol de la grácil, vengativa y caprichosa Arminda, que ofreció al público las distintas texturas y matices que su extremadamente vibrada voz posee.
Michael Nagy
Por otro lado, Sophie Karthäuser fue para mí todo un descubrimiento. Esta es una verdadera cantante mozartiana, como las de antes. Suave, melódica y muy elegante.

Como siempre, la irremplazable Sunhae Im destacó no solo por su voz, sino por sus grandes habilidades como actriz y la dulzura que caracterizan a la soprano coreana. Esta chica es todo nervio, positivismo y savoir faire.

El veterano Jeffrey Francis estuvo correcto, si bien no goza ya de la misma potencia del resto de sus compañeros, aunque siempre es un gusto contar con la presencia en escena de un verdadero caballero del canto.

Para terminar, me he tomado el permiso de incluir a Jeremy Ovenden y Marie-Claude Chappuis en un mismo bloque: el bloque de las voces que no destacaron. Ovenden por no tener voz, y Chappuis por desafinar y, pese a su correcta coloratura, tener algunos dejes amanerados. Lo siento, pero el mundo de la ópera es así.

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